rafamarinas nace en Madrid en 1952, en el seno una familia dedicada a las Artes Gráficas, en todas sus facetas.

Debido a dicha profesión, en su casa siempre hubo muchos libros de arte, y desde niño le encantaba mirar y remirar aquellos grandes libros, llenos de fotos y dibujos de artistas del pasado.

Pronto se interesó por el dibujo y la pintura, y a los catorce años ingresó en el taller de la pintora clásica Concha María Gutiérrez-Navas, donde aprendió dibujo clásico y pintura al óleo. 

Como sus predecesores, profesionalmente se dedicó a las Artes Gráficas, intercalando cursillos y talleres en especialidades artísticas.

Terminada su etapa profesional, las antiguas inquietudes acerca del mundo plástico volvieron con intensidad, y desde entonces su tiempo y esfuerzos están dirigidos a formarse en artes plásticas, desarrollar técnicas constructivas y a la producción de piezas escultóricas de manera autodidacta.

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Escultura Orgánica

RafaMarinas

Muchos recuerdos grabados en mi memoria apuntaban hacia el desarrollo de la actividad en la que ahora estoy inmerso, pero nunca fui plenamente consciente hasta comenzar a trabajar en ello.

(La vida, a veces nos susurra al oído, pero en demasiadas ocasiones, estamos totalmente sordos.)

Abstracción Biomórfica

La tendencia en la obra de rafamarinas es el resultado de su pasión por la Naturaleza.

Reduciendo formas naturales al abstracto, crea obras surrealistas, volúmenes biomórficos y sensuales, sintetizando combinaciones visuales con soluciones plásticas, que realizadas en madera potencian su efecto orgánico.

 

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La Madera, un material ideal para la Abstracción Orgánica

Para rafamarinas la madera siempre ha sido el material predilecto.

En sus palabras, un material cálido, fiable y bello, al cual el género humano debe mucho. 

La madera que ya terminó su ciclo vital, él la hace renacer de nuevo.

 A través de su trabajo, lucha por recuperar materiales que nuestra sociedad tantas veces desprecia. Ofreciéndoles una segunda oportunidad de vida, en muchos casos más digna y duradera. (Nadie tira un objeto bello a la basura).