La locura del arte es terapéutica
es una poderosa herramienta para vivir
Un sueño que sólo existe dentro de ti
RafaMarinas
A través de mi trabajo sobre las formas, trato de captar las líneas maestras de la Naturaleza y su impacto emocional.
Intento comprender su lenguaje con la intención de llegar a lo que llamo “poesía tridimensional”, la síntesis de su estructura.
Tengo curiosidad acerca de cómo percibimos la belleza, particularmente los patrones de la Naturaleza.
Creo que nos impacta de forma brutal e inconsciente a la vez, sin saber cómo. Tal vez sea simplemente, porque somos parte de ella.
Intento que mi trabajo posea algo íntimo, tal vez, para una sola persona, pero que sea profundo y espiritual, que aporte algo a su alma.
En mi obra la línea del dibujo debe ser clara, fácilmente entendible. Por este motivo la parte final de cada obra se prolonga mucho tiempo.
Y a pesar de la opinión generalizada de que tengo mucha paciencia, yo discrepo de esa idea, la etimología de la palabra paciencia, del latín “pati”, significa padecer/sufrir, y este no es mi caso.
Yo siento complacencia y deleite al tener la oportunidad de definir adecuadamente mi trabajo, sin que el tiempo sea un factor a tener en cuenta.
Como dijo Daniel Kahneman: “Es más fácil alcanzar la excelencia cuando uno no se aburre en lo que está haciendo”
Suavidad, textura, tamaño y proporción, dureza y calidez… son evocación y pulsión de vida.
Intento que mis esculturas, aún siendo inertes sugieran movimiento, estando quietas muestren vitalidad y sin tener vida propia posean fuerza interior.
Durante el tiempo de la creación de cada pieza, emociones, sentimientos, dudas, frustraciones y alegrías me acompañan, y de alguna manera parte de esa vivencia queda impregnada en cada obra.
POESÍA TRIDIMENSIONAL
Cada obra es la proyección tridimensional de un sentimiento íntimo, primitivo, inconsciente y desconocido. (nada existe previamente a ser creado)
Sólo preguntas y preguntas… sin respuesta.
Únicamente con el trabajo, a través de un silencioso diálogo entre autor y obra, sucede un espacio mágico en el que los velos van cayendo… y la pieza comienza a ser.
La mayor parte de mi obra está hecha con madera como parte principal de mi trabajo, aunque a veces incluyo metales, hueso, piedras, etc.
En todos mis trabajos los materiales que utilizo, siempre son reciclados. Descartes de industria, restos de poda, árboles derribados por el viento, piedras y otros objetos.
Dando así una segunda oportunidad a elementos que de otra forma sólo aumentarían las ingentes cantidades de desperdicios que nuestra sociedad genera.
Por otra parte, si como especie hemos podido alcanzar el desarrollo tecnológico que disfrutamos, ha sido gracias a la optimización y el adecuado uso de los materiales.
Denuncio aquí que el derroche y las inadecuadas prácticas están haciendo tambalearse la estabilidad de la humanidad sobre este planeta, que es nuestra única casa.
Reutilizar materiales, además de ser una cuestión práctica y filosófica, también lo es de supervivencia.
“Raíces, ramas, árboles completos derribados por el viento...pasando el tiempo son inútiles.
Mi intención es darles valor, una nueva vida”
A pesar de no saber qué soy, ni quién soy, ni porqué o para qué estoy aquí, y sin saber ni siquiera la finalidad de hacer lo que hago, lo único que sé con absoluta certeza, es que me gusta, me gusta lo que hago, y me gusta hacerlo.
Las infinitas horas invertidas intentando que una pieza tenga alma, armonía, gracia, que tenga dignidad, libertad… eso sí que lo sé, me gusta, me realiza.
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